El otro día me levanté con ganas de ir a San Miguel de Allende. Me encantaría volver, pero no lo hago en este momento porque no puedo sólo un día despertar e irme a donde quiera... Hay quienes dirán que sí, que es facilísimo, pero no, no para todos es tan sencillo hacerlo.
El destino: Puerto Escondido. El objetivo: vacacionar. Todo lo demás pasó sin querer.
Quique y yo empezamos a "planear" este viaje desde hace varios meses. Y está así, entre comillas, porque sólo nos preocupamos por buscar vuelos y hotel. La vida (y los recuerdos de mi novio) nos dirían qué hacer.
Una de las cosas que siempre me han gustado más en esta vida es descubrir cosas que me inspiren: libros, películas, lugares, personas... Soy un caso bien curioso. Mucha gente dice que soy rara; esa palabra me ha acompañado desde que estaba más chavita y no tengo forma de negar que lo soy. Pero ese no es el punto hoy.
Esta vez decidí hacerme una promesa. Porque ya terminé la maestría y no tengo más pretextos: volví a ser dueña de mi fin de semana com-ple-ti-to y podré salir nuevamente a caminar, tomar fotos y escribir con más frecuencia en mi relicario.
Puede que no lo parezca, pero alimentar este blog es una de mis actividades preferidas en la vida. Es una parte de mí. Y sí, planeo conservarlo por mucho tiempo más. Así que con esta sencilla frase, "Busca inspiración" me comprometo conmigo misma a seguir buscando eso que me mueve y me ayuda a aprender más de este mundo.