Las obras de Remedios volvieron a su casa: el Museo de Arte Moderno de la CDMX y yo, obviamente, tuve que ir a verlas.
En esta ocasión el discurso de la muestra Apuntes y anécdotas de una colección nos relata, como el nombre indica, algunos de los testimonios que se recolectaron durante el litigio librado hace un par de años por las obras de la española.
Por otro lado, también se resalta la importancia de las firmas utilizadas por Remedios Varo como medio legitimador de sus obras, una curiosidad muy paradójica si consideramos que la artista (tal como lo recuerdo del Viajes inesperados de Janet Kaplan) se dedicó a falsificar obras de Giorgio de Chirico en su juventud.
Tenía aproximadamente 2 años (desde La danza de los espectros, del 2014) que no veía en vivo y a todo color un cuadro de mi española favorita. Fue un gusto presenciar estas pinturas nuevamente y poder hundirme un rato en sus texturas, los enigmáticos personajes y los escenarios.
Debo reconocer que, gráficamente, el montaje de la exposición contiene elementos muy llamativos que le dan la vuelta a lo que había visto antes en el MAM (aunque claro, debo reconocer que mis visitas a este museo son cada vez más esporádicas).
Te recomiendo esta exposición incluso si ya has visto las mismas obras de Remedios antes. La inclusión de los testimonios y las notas periodísticas hechas alrededor del litigio aportan un tremendo valor que, además de saciar la curiosidad, brindan un contexto más amplio del trabajo de esta surrealista y su forma de llevar las relaciones entre sus allegados, sus clientes y su arte.
Visita la exposición en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México hasta el 12 de febrero de 2017 y ¡cuéntame qué te pareció!
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